Directamente del latín.
Según la RAE: «Tiempo en que Sirio, la estrella más brillante de la constelación del Can, aparece junto con el Sol y que antiguamente coincidía con la época más calurosa del año en el hemisferio norte.»
No sé si os habrá pasado desapercibido en la definición anterior el matiz antiguamente. Pues hacen muy bien, oiga. No haya alguien que les quiera mal y les acuse de negacionistas del cambio climático.
En todo caso, lo que si habrán reparado es en la relación directa entre la palabra y la constelación perruna a la que pertenece Sirio.
Y ahí es dónde quiero llegar. Cuando hace frío o está lloviendo y Ud. habla de un tiempo de perros, está usando mal la expresión. Un tiempo de perros es un tiempo caluroso. O bueno, al menos antiguamente.