Del antiguo farmalio (engaño), y este del bajo latín hispánico malfarium (crimen). Fuente RAE.
Se entiende por faramalla una cháchara o una farfolla. Es esa farandulería con la que nos quieren dar gato por liebre.
¿Conoce esa situación en la que, a la hora de la siesta, le llama un agente de una empresa de suministros ofreciéndole inmejorables mejoras sobre su servicio contratado? Pues eso.
Muy interesante su procedencia etimológica malfarium que significa crimen. Si un crimen no es un mal fario ya me contará Ud. lo que lo es.