Del latín aurea pellis (piel de oro)
Oro parece, plata no es. Oro del que cagó el natural del noroeste de África.
Efectivamente. Nos referimos con este término a esas baratijas que parecen bicoca pero realmente son quincalla.
Así pues, se dice que una persona gasta mucho oropel cuando sin tener posibles para ello; ostenta gran vanidad, fausto, pompa y circunstancia.