Del latín viaticum, de via (camino)
Nos referimos con este término a una provisión, en especie o dineros, de lo necesario para hacer un viaje. También a las subvenciones que reciben los diplomáticos en sus viajes por el mundo.
Pero también es sinónimo del sacramento de la extremaunción. Quizá por aquello de proveer al alma de lo necesario para el viaje último de los que están a punto de estirar la pata.